Ayer Luna y Sol se enfrentaron a mismísimos grados iluminando así, en el Cielo y en la Tierra, el eje Geminis Sagitario. La Luna representa nuestra parte emocional, nuestro inconsciente. El Sol es aquella energía evanescente, el combustible del alma, nuestra consciencia y nuestra parte masculina. Se pusieron frente a frente propiciando un tempo que invita a ser conscientes de aquello que manifestamos, a integrarlo e integrarnos por mirarnos de frente. La energía sagitariana corona el mes. Sagitario es signo de fuego que da sentido y conecta con la trascendencia. En estos tiempos de tránsitos saturninos por esta constelación seguramente hemos ido abandonado altos dogmas y mentales ideales para trabajar con compromiso a favor de nuestro verdadero propósito vital. Si así lo hicimos, esta Luna Llena geminiana pondrá luz a aquello que inició seis meses atrás, a aquellas intenciones que tuvimos en junio de este año. Tal vez desde ese tiempo hasta hoy hayamos descubierto que no es posible sentirnos abundantes sin esfuerzo o bendecidos sin compromiso. Si pudimos soltar negaciones e ilusiones, si pudimos hacer más que desear, hoy el Cielo invita a un tiempo de cosecha y de comprensiones. A momentos de preguntas de expanden, de opciones que iluminan el camino abriendo posibilidades de confianzas y abundancias. Que hayamos logrado maestría y que estemos dispuestos a revisarla con la liviandad del niño ávido de volver a hacer la pregunta para incluir a todos en su juego. Que nuestro corazón haya guiado nuestra mente, que nuestra emoción haya habitado nuestro cuerpo, dando comprensión y sentido a nuestro camino y que siempre el propósito haya superado y supere nuestra pequeña incumbencia. Feliz Luna llena para to@s!
