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Marte es el guerrero del zodíaco. Representa nuestra manera de desear, nuestra forma de defendernos y, sobre todo, nuestra capacidad de accionar. Piscis, último signo de agua del zodíaco, zona de disolución de formas, lugar donde prima la amorosa necesidad de la total inclusión. En Piscis ya no hay deseo personal, el yo se uno al Todo perdiendo límite para ir ampliándose en amorosa sabiduría. En principio pareciera antagónico: el deseo y la disolución. El fuego que da inicio y el océano que todo lo apaga. Pero dejémonos atravesar por esta invitación. Propongámosnos imaginar una acción que no nace del deseo personal. Imaginemos movernos por algo que este mas allá de la personal satisfacción. Es posible ser guerreros silenciosos, imperceptibles, pero con la fuerza del agua que todo lo incluye y que también todo lo horada con la única intención de incluir al otro por que nada ni nadie puede quedar afuera?Es inmejorable temporada para soltar aquellos apegos que solo tienen el por que de la propia codicia. Sea lo que sea si meditamos, si nos percibimos conectados a los otros, si levantamos nuestra mirada, veremos que hay mucho más allá del propio límite. Semejante ampliación es posible y es entrada a una nueva vitalidad que ya no necesita explosiones para expresarse.Saturno en Sagitario, ya directo, ayudará pidiendo construir con sentido y el trino con Urano que liberará para confiar que todo se iniciará si nos permitimos hacerlo desde un nuevo y creativo lugar.Que el deseo se convierta en intención amorosa y colectiva.Que nuestros actos sean guiados por el corazón que late en sintonias infinitamente incluyentes. Que podamos hacer imperceptibles pero profundos. Y que siempre sepamos no es posible ninguna trascendencia que no sea la de tod@s.