Hoy cerca de las 4am Sol y Luna se unieron a 8° de la Constelación Capricorniana, formando así la última Luna Nueva de este año solar. Todas las Lunas Nuevas son nacimiento de un ciclo emocional. Son la posibilidad de sembrar intenciones para aquello que esta comenzando. Pero de qué se trata tener una intención? Y, sobre todo, que nos esta diciendo el Cielo abriéndonos a este portal que nos conecta a todas las energías que hoy vibran arriba y por la tanto también aquí abajo? Capricornio signo que corona el mes y esta Lunación es el último signo de tierra cardinal del Zodíaco. Marca un giro, implica un inicio que requiere de trabajo y concentración para manifestarse. Es energía de logro y de culminación, pero no relacionada al modo exitista culturalmente aceptado. Es el logro de ser congruentes con la propia esencia. De ser concentrados, reales y honestos con la expresión más humana y elevada de nosotros mismos. No anhelemos, o por lo menos, no solo. Meditemos si, pero comprendiendo que es paso necesario para promover una acción real y concreta. Salgamos de zonas conocidas, tomemos riesgos, aventurémonos a un recorrido que promete trabajo pero también la satisfacción de la realización que nos permite conocernos en profundidad. La conjunción del suceso con Mercurio retrogrado pone de manifiesto la necesidad de revisar y flexibilizar a cada paso los planes ideados. Plutón siguiendo de cerca el movimiento pide bucear profundo para transformar y trasmutar nuestras metas congruentes a leyes más vitales asociadas a quienes somos y menos ligadas al deber ser. Y sobre todo el despertar de Urano nos predispone a un movimiento liberador y creativo. Que la acción no sea mera reacción, que la energía de la tierra nos acompañe para iniciar un recorrido concreto y comprometido. Y que en el camino comprendamos que nuestra mayor potencia y firmeza se revela cuanto más flexibles somos.
