El 2016 llega a su fin, año intenso. Comparto, escucho y leo. A nadie parece haberle pasado inadvertido este contundente ciclo que pareciera se dedicó sin más a hacernos crecer, cambiar y trasmutar. En lo personal muchos miedos y heridas se mostraron por fín. Aunque nos conocíamos, este año fue oportunidad de miramos sin poder ni querer dejar de hacerlo. Lo agradezco infinitamente, por que en definitiva cada herida, cada marca, me ha ayudado a comprometerme. Este es el agradecimiento más profundo que le hago a este año: la posibilidad de comprometerme con la vida sin vueltas y a fondo. Agradecida siempre a mis padres y ancestros, estoy por que ellos estuvieron. Y sus miradas siempre sostienen y permiten crecer. A mi bro querido Alejandro Maio Sasso, aunque estemos lejos yo te siento siempre cerca. A mi enorme compañero Santiago Santiago Wood por el amor que siempre se multiplica y nutre y por la tierra que me une sin miedo a la vida. A mis dos maestros Ema y Milo por que verlos florecer es un regalo de abundancia infinita. A todos los amores del camino, amigas y mujeres poderosas de corazón luminoso. Siempre gracias. A todos y cada uno de mis consultantes y alumnos. Enorme agradecimiento por la confianza y la posibilidad de crecer acompañando: transforman y enriquecen mi vida. Gracias!!! Finalmente nos deseo salud y tiempo para tener los pies en la tierra y el corazón humano unido al amoroso Cielo. Se los quiere! Feliz 2017 para tod@s!!!!
