Hace ya varios días, el 4 de Marzo, Venus inició su viaje retrogrado en el signo de Aries para luego despertar en el grado 26 de Piscis el 15 de abril.
Esta retrogradación se da cada año y medio y dura alrededor de 40 días.
Les propongo primero simbolizar este tránsito y su significado ubicándonos luego dentro del contexto de otros acontecimientos celestes que están sucediendo.
Venus es la Diosa del Amor. Símbolo de lo femenino y receptivo.
Es importante aclarar que femenino tenemos tod@s no es prerrogativa de las que encarnamos mujeres. Como la acción (Marte) tampoco lo es de los encarnados varones. Somos, o por lo menos lo somos potencialmente, un equilibrio entre estas dos fuerzas. Cuanto más reconozcamos a ambas y sus particularidades, sus diferencias, que son complementarias, potenciarán nuestro propio valor, capacidad de vincularnos y de accionar.
Volvamos a Venus, ella rige al terrenal signo de Tauro donde ilumina el tema de la propia valoración. La belleza allí es corpórea y concreta y el valor sobre nuestra capacidad de materializar y materializarnos es tema principal.
También rige el aéreo signo de Libra donde lo femenino se abre para recibir al otro. Vinculando y ampliando escucha. Y donde se mueve siempre con la intención de producir nuevos y armoniosos equilibrios.
Ahora bien, Venus está en Aries, signo de fuego masculino y extrovertido. Cuyo regente es Marte pareja zodiacal de Venus.
Así el femenino encuentra vías activas de expresión. Se muestra y se expone. Tiene urgente deseo de identificar aquello que valora. Saber que queremos es menester y indagar sobre el propio valor para lograrlo también.
Cuando un planeta retrograda su función se vuelve al interno y es tiempo de meditar sobre las experiencias que hasta el momento transitamos en relación a la función que el planeta represente.
Con Venus retrograda preguntas tales como:
Cómo y cuánto nos valoramos?
Que relación tiene esa valoración con la mirada externa?
Somos receptivos con nosotros mismos dándonos lugares para luego poder darlos a otros?
Son imprescindibles.
Son tiempos de observarnos con valentía. Buscando enérgicos y atentos aquello que valoramos y atesoramos de nosotros. El valor no es solo una cuestión personal. Es un tema colectivo. Y son inmejorables momentos para observar cuanto confundimos el valor de "ser" con el de "tener y aparentar".
Marte regente de Aries hizo su entrada en Tauro signo que rige Venus. Observemos la invitación. La acción acompaña pausada, a pasos lentos pero firmes lo que la indagación venusina valiente activa e incesante nos revele. Dando nueva forma a aquello que nuestro valor quiera materializar y entregar.
Que encontremos el balance, que usemos la fuerza de nuestra acción para mirarnos dentro y liberarnos de pensamientos que nos someten.
Que podamos estar atentos por que la acción que despleguemos, y sus inevitables causas, serán indefectiblemente congruentes con lo amorosa que haya sido la mirada que nos hayamos prodigado.