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El Sol, luego de su viaje por la constelación virginiana, hizo su entrada a Libra.
Virgo nos propuso un darnos cuenta, no sin frustración, que no éramos únicos soles, sino más bien estrellas dentro constelaciones misteriosas y trascendentes, y que, como tales, formábamos parte de sistemas con funciones específicas. Este enorme descubrimiento, duro para el ego, bendecido para nuestra esencia, nos puso en latencia, nos fuimos para dentro atentos al sonido de una inminente transformación, de un renacer que se acercaba. Fuimos crisálidas.
Así llega Libra y su maravillosa invitación a abrir el capullo. A renacer, a ser armoniosas mariposas en búsqueda constante de equilibrio.
Libra es apertura a aquella sabiduría que entiende al Universo en armonía. Que sabe que a cada efecto le corresponde una causa. Y que de este equilibrio depende la existencia.
Libra es momento de abrir los ojos y mirar al otro sin miedos anhelando encuentros. Libra propone sincronizarnos a la vibración de una danza que espera el movimiento para equilibrarlo, no por que no sepamos que movimiento hacer, si no por que deseamos descubrirnos en y a través del vínculo, acompasados, reconociéndonos en aquello que nos complementa.
Son momentos de mantenernos receptivos y abiertos a toda la información que el otro nos traiga y no solo. Es preciosa oportunidad para dejarnos mover y mutar por esta nueva información. Sostener la mirada sin dejar de ver ningún angulo, sin necesitar protegernos, muy por el contrario, yendo gustosos al encuentro del que con seguridad saldremos transformados y mas cerca de percibir quienes verdaderamente somos.
Sincrónicamente hemos pasado también el Equinoccio de Primavera, que es aquel momento del ciclo donde día y noche, oscuridad y luz se equilibran. Así nuestro cuerpo y nuestra alma tienen la posibilidad de sentir esa congruencia dentro fuera, de registrar el natural equilibrio cíclico del que formamos parte. Para nosotros se trata de dar bienvenida tiempos de nacimientos. De ser brotes que salen con la fuerza de haber hecho un viaje hasta la raíz, de habernos fortificados lo suficiente para renacer.
Bienvenido Libra y bendecido renacer para tod@s!