Ayer el rojo fuego ariano encendió la redonda Luna. Sol y Luna se miraron las caras en exacta oposición. Dialogo estelares y terrenales se sucedieron con seguridad y no solo.
Repasemos juntos sobre que y quienes se trata este evento celeste.
Sabemos que el Sol es nuestra consciencia, simboliza nuestro ser. Profundamente el Sol es aquello que es evanescente en nosotros, no tiene forma definida, pero nos da vida, es nuestro espíritu. Además el Sol es nuestro masculino.
La Luna es pura materia, de energia femenina y emocional. Es nuestro cuerpo.
Así dialogaron ayer emoción y consciencia.
La Luna esta Llena en el iniciático signo ariano. Aries es fuego explosivo como el big-ban, es arranque, es valentía para iniciar y fuerza de ser. También vibrando bajo es reacción y violencia.
Las Lunas Llenas culminan ciclos de seis meses. Esta finaliza un ciclo emocional que marco el comenzar del año astrológico y las siembras relacionadas con los propositos de comienzos venturosos y exploraciones valientes que hicimos en Marzo. Hoy vemos la cosecha de aquella siembra.
La Luna en Aries predispone a la conexión con aquella necesidad de ser auténtico, de alinear el ser con el propósito de un camino nuevo y creativo.
Sigamos, La luna Llena siempre se trata de ver, de darnos cuenta de cuestiones emocionales. Si lo que vemos es algo que sentimos falta, si lo que emerge es aquella necesidad desatendida Aries tal vez no sea lugar de pausados pensamientos ni de meticulosos cuidados. Podremos reaccionar y desbordar. Lo importante es siempre estar atentos a nuestra intención: Donde esta la causa de desborde? Seguramente se sucede dentro no fuera.
El Sol, mientras tanto, esta en Libra el signo del otro. Libra es vínculo y sabiduría que sabe que no hay efecto que no se origine en una causa. El Sol esta junto a Mercurio y así nuestra consciencia y nuestra mente se alinean con la invitación de percibir panoramas más amplios de salir de la yoica mirada. Son momentos donde probablemente hayamos querido poner palabras y comunicar. Pero debemos ser conscientes que el primer dialogo es interno.
El delicado, esfímero y difícil equilibrio entre yo y el otro se expresa. Se pone en evidencia en sus luces y sombras. Otra vez, en estos días, es y fue momento de cartas sobre la mesa en materia de relaciones y balances.
No temamos. Plutón sigue fuerte y cuadra a ambos. Sol y Luna se ponen intensos pero la purga de vernos en inadecuados patrones es la posibilidad que tenemos. Soltemos, sepamos que la escena es aprendizaje. Dejemos ir aquella forma de pensarnos y pensar al otro que ya no sea vital.
Siempre es una oportunidad bendecida.
No siempre encontramos equilibrios en acuerdos. No siempre podemos no decir. Es sí siempre importante ir a fondo con nosotros mismos. Que intención me comanda? A más ceguera mas reactivos seremos. Los otros somos nosotros. Y es menester mirarnos con amor. El amor surge cuando aceptamos lo vulnerable. Somos vulnerables y así somos el otro. Eso apacigua reacciones aunque tal vez sigamos sin estar de acuerdo pero asi el corazón se reconocerá humano y sintiente.
Es tiempo de finales. Júpiter, mientras todo esto sucede, camina el último grado libriano e intensifica las temáticas de a dos. Los desequilibrios aparecen. Lo no aceitado rechina.
Pero no desesperemos Marte y Venus, ambos regentes de esta Lunacion, estan juntos y en Virgo recordandonos que somos parte de un sistema. Que el orden es el principio básico del amor.
Entonces, si nuestra intención es ordenar, inhalemos y sigamos. A veces los primeros reflejos que el otro nos muestran no nos gustan. Volvamos al orden del amor. Y exhalemos la reacción.
Que el orden guíe nuestras acciones. Que seamos valientes para mirarnos en el otro. Que reconocer no sea vergonzoso que sea un compromiso con eso que descubrirnos necesitamos para nosotros y los otros y que siempre podamos mirarnos a los ojos y llegar a ver la luz del alma
