Neptuno, Señor de los Océanos , planeta regente del signo de Piscis comenzó su viaje directo por esta constelación luego de un temporada de retrogradación.
Neptuno reina en las profundidades del Mar, allí donde los sentidos pierden su posibilidad de guiarnos con aparentes certezas. Sin ellos comandándonos quien pierde fuerza y capacidad de marcar el rumbo es nuestro ego. Neptuno disuelve toda forma psíquica y material a su paso. Nos pone porosos, sensibles, nos abre a percepciones menos concretas pero mas inclusivas, nos predispone a amorosidades que vibran con el todo, que todo lo incluyen. La invitación es a perder todo nítido borde, a ser de a poco agua, a convertirnos en gotas incluyéndonos en una totalidad que nos trasciende de la cual provenimos y formamos parte. El agua es parte de todo lo que vemos, estuvo presente en todas las formas, es la sustancia que nos prepara para la llegada, es lo que somos en mayor porcentaje, es madre de todo lo viviente, es quien horada sutil y lentamente todas las piedras, es quien con enorme sabiduría se brinda y luego desaparece. Neptuno nos conecta con una dimensión transpersonal de la emoción, con la más profunda y espiritual de las entregas. Ojala podamos bienvenir en nuestra particularidad esta temporada de amorosa disolución
