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El Sol entró a Capricornio y el Solsticio de Verano


Hoy al medio día se perfeccionó el Solsticio de Verano para el Hemisferio Sur y de Invierno para el Hemisferio Norte.

El Solsticio es momento de equilibrio natural que invita a percibir nuestra existencia ligada a la vitalidad cíclica y cósmica de la que somos parte.

El Solsticio es un tempo potente de conexión con los puntos más prominentes donde podemos observar y conectar con el Astro Rey, es una vibración de máxima energía, es un portal.

El Sol es dador, es centro proveedor de vitalidad. Su función es símbolo de coherencia y potencia, de centralidad y generosidad. Él es Luz. Y nosotros somos luz, venimos de la Luz y hacia allí es el camino de retorno.

Desde la Tierra observamos el Sol a su mayor o menor altura dependiendo de nuestra posición. Así, en el Hemisferio Norte, se impone la noche más larga. Y nosotros, en el Hemisferio Sur, vivimos el día más extenso del año.

Por un tiempo este equilibrio se mantendrá, mientras así suceda, prestemos atención a nuestro plexo, conectemos con aquella función central, cardíaca, dadora. Podemos dar, dar mucho, dar sin esperar, donarnos como el sol, vitales y generosos. Podremos vibrarnos parte de este proceso natural con profunda simbología de renacimiento y resurrección. Para nosotros son tiempos de luz y de frutos. Recordemos que siempre cosechamos aquello que sembramos y que seguramente esta ley es la que nos provee y conecta con el orden mayor del que formamos parte.


Con qué energía contamos para hacer este contacto?

Con el Solsticio llega también la entrada del Sol a la Constelación de Capricornio. Capricornio es el último signo de tierra del Zodiaco. Momento de ascensión de los hombres. Representación del punto más alto y concreto donde lo humano llegará. Los hombres y mujeres estamos llamados a la concentración de nuestra energía en pro de seguir el propósito de la esencia. Luego de la confiada y expansiva cabalgata sagitariana sobreviene un tiempo real y concreto, una invitación andar a pie, a forjar lentos y pausados el sendero que, con esfuerzo, nos llevará a la cima. Son momentos de extrema visibilidad. Pero no debemos confundirnos. Lo que pugna por elevarse no es la meta del ego. Es el ser, la esencia que nos habita, es la que tiene la fuerza y está determinado a hacer el viaje. El ego podrá sentirse solo y seguramente se perderá en comparaciones. La esencia, en cambio, no mirará a los costados ni perderá el tiempo en medirse más allá de si misma. Escucharla y darle el debido lugar es posibilidad concreta. Que el corazón es pura empatía y el portal está abierto.

La esencia se objetivará en su propio camino, le resultará gustoso y congruente el esfuerzo. Por eso es necesario que nos conectemos, que nos identifiquemos más allá de los sentidos y las jerarquías externas. Son tiempos de ser coherentes con nosotros mismos, con lo más esencial de nosotros. Capricornio nos invita a despojarnos, a ir muchísimo más allá del mundano deseo o mejor aún, nos acerca a la iluminada comprensión que el deseo del alma no puede más que coincidir con la ley universal de la que somos parte. Ley y deseo se unen. Esa es la verdadera ascensión.

Este solsticio en particular nos encuentra con mucha energía en Capricornio. Saturno, su planeta regente, hizo su entrada y sabemos que nos esperan tiempos de esfuerzos y realidades. La luna en Acuario corona el Solsticio y la necesidad de liberarnos para andar el camino del alma aparece. Ya sabemos, el ego se queja, no es necesario apagarlo, escuchemos y dejemos pasar. No se trata de merecimientos si no de compromisos con lo que queremos manifestar.

Feliz e iluminado Solsticio para todos.

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