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"Y hay una pregunta que un guerrero tiene que hacerse obligatoriamente:
Tiene corazón ese camino?" Don Juan
Marte, el señor de la acción, el guerrero, quien va por el deseo que Venus anhela, está en domicilio en Escorpio y, por primera vez desde 1982, se junta con Júpiter.
Júpiter es el guía, es dador de sentido, es abundancia. Pero también expande de lo que toca, amplia, agranda lo que ya hay. Muestra con lupa, exalta.
Escorpio es una energía de agua pantanosa, femenina y profunda, que se mueve en terrenos inconscientes. Escorpio es el lugar de la muerte, física y psíquica. Por lo tanto es el lugar del Zodiaco para aquello no nombrado, aquello que decidimos esconder, no decir y, sobre todo, no ver. También sabemos que es más que eso, que es la posibilidad de transformar. Es la intensa potencia que se despliega en morir para renacer. Es aquella energía que nos hace vislumbrar que, luego de travesías dolorosas, el dolor despertó dones, que podemos ser más amorosos, que hemos abierto el corazón a experiencias donde antes cerrábamos. Que el dolor del otro es mio. Que la lucha afuera no tiene sentido y que los demonios son internos. Y que si nos entregamos, como el Fénix se entrega a las llamas, volveremos renacidos.
Júpiter es el maestro y en Escorpio es la luz que nos guía a través de la oscuridad, es esa luz que alumbra los subsuelos. Pero seamos claros, tenemos que estar dispuestos a bajar a ir allí donde generalmente no queremos. Podremos poner nuestra enorme capacidad de acción a favor de algún propósito trascendido? O bajaremos para regodearnos con lo doliente? El sentido, la búsqueda de sentido, no puede acabar en nosotros. La trascendencia que Júpiter nos propone, la maestría que nos invita a alcanzar tiene que ver con comprender panoramas más amplios, con incluir diferentes dimensiones y poder darles correspondientes jerarquías. El yo pequeño no puede seguir gobernando, algo de ese personaje, de esa máscara debe soltarse. Un verdadero maestro encuentra trascendencia en que aquello que quiere comunicar persista y viva más allá de él. Un maestro vive en aquel alumno que florece. Podemos ir más allá del ego, podremos abrir el corazón a los otros, podremos entregarnos poniendo toda nuestra voluntad de acción para algo que sea tan importante para nosotros que nos trascienda?
Son momentos de pasión, de deseos, las metas tendrán ese impulso poderoso de la enorme ambición de Marte en Escorpio. Pero seamos consciente de nuestras intenciones, que sean para trasformar y entregar. Que en el viaje podamos transformarnos en camino para que otros descubran el propio.
Mientras esto sucede hoy se festeja la llegada de los Reyes Magos. Ellos eran astrólogos que siguiendo a la estrella guía, Júpiter, encontraron el camino a Belén. Llegaron hasta el lugar donde la luz encarnada había nacido.
La Astrología no es un saber, ni una teoría, es una percepción. Es un lenguaje sagrado acuñado por miles de años de observación. Desde tiempos remotos los hombres ya erguidos hemos mirado al Cielo intuyéndonos parte de sus movimientos. Somos Universo por que como es arriba es abajo. Y la dimensión que hoy encarnamos completa una unidad. Somos parte de un todo. Somos estrellas, planetas, energías expresándose en esta dimensión.
La Astrología hoy recupera un lugar de sanación y de trascendencia. Pero ha sido muy vapuleada por miles de años de oscurantismo, más luego empobrecida o reducida a vaticinios baratos sobre amor y dinero. Pero creo que el mayor problema al que se enfrentó y se enfrenta aún es a la necesidad de control inherente del ser humano. El Control nos reduce a operadores de estrategias. Así la astrología es usada para encontrar seguridades. La linea es muy pequeña: Por Ejemplo, si Mercurio esta retrogrado me compro un celular, hago esa llamada? Cuando en realidad La Astrología nos abre a preguntas más amplias sobre nuestra necesidad de comunicarnos y el para que hacerlo.
La Astrología no evita, ni controla el Destino, no es ese su sentido, no esta en nuestras manos, o por lo menos no en la mías. Yo no adivino. Intento humildemente decodificar los movimientos celestes, sabiéndome parte pequeña de la magnitud del Universo.
La Astrología terapéutica o que acompaña procesos evolutivos ayuda a mirarnos desde ángulos más amplios que la sesgadas miradas de unívocos deseos. Proponer un dialogo entre partes de dualidades irreductibles para darnos cuanta que en ninguno de los polos esta la verdad. Que lo que vibra es el centro. Nos hace responsables de nuestro destino, porque sabe que en él está la verdad de lo que somos. Pero también nos empodera por que nos conecta con la mayor de las potencialidades, aquella que aparece cuando nos animamos a dejar de ser predecibles. La amo!!!!!
Es vasta y enorme, así como lo es Cielo, no se termina de conocerla, o por lo menos yo no lo pretendo. Es una experiencia constante, una percepción móvil, un viaje infinito. Traducirla es un acto de entrega, humildad y respeto. No solo tiene que ver con ser investigadores incansables. Tiene que ver con animarnos a ser seres sintientes, perceptivos, intuitivos, encarnados, con ser pioneros, con animarnos al viaje.
A todos los hermosos colegas les deseo Muy Feliz Día!
Y me permito pensar que hoy no toca guiarnos con mucha fuerza, con acción decidida por la noche profunda, sabiendo que es en ella donde crecen los frutos más dulces. El Cielo marca una unión peculiar entre el Maestro y el Guerrero bajo la constelación escorpiana, seamos valientes para aventurarnos. Yo intento serlo. Todo este toca partil a mi Sol Venus en Escorpio y sin duda ando haciendo un viaje profundo e inconsciente guiada por la necesidad de sanación.
Que todos podamos dejarnos guiar y ser guías, que todos encontremos el maestro dentro y fuera y que el viaje sea siempre hacia a la Luz.