![](https://static.wixstatic.com/media/ce4672_a15a6ee179074dd39ab0673db49daa09~mv2.jpg/v1/fill/w_564,h_840,al_c,q_85,enc_auto/ce4672_a15a6ee179074dd39ab0673db49daa09~mv2.jpg)
En un rato, cerca de la medianoche, Sol y Luna se unirán a 26° de la Constelación Capricorniana, perfeccionando así la Primera Luna Nueva de este año solar 2018.
Todas las Lunas Nuevas son nacimiento de un ciclo emocional. Son la posibilidad de sembrar intenciones para aquello que está comenzando según la energía del signo donde se sucedan.
De qué se trata tener una intención?
Que nos está proponiendo el Cielo abriéndonos a este portal?
Hoy no son solo Luna y Sol se unen bajo la Constelación Capricorniana, allí están también otros cuerpos celestes, Plutón, Saturno, Venus y Mercurio, escoltando el suceso, exaltando su energía. No es común que la primera Luna Nueva del año se dé con tanto planeta en el mismo signo acompañando. Sigamos.
Capricornio es el último signo de tierra cardinal del Zodiaco. Marca un giro, implica un inicio que requiere de trabajo y concentración para manifestarse. Es energía de logro y de culminación, pero no relacionada al modo exitista culturalmente aceptado. Es el logro de ser congruentes con la propia esencia. Es ese logro que proviene del esfuerzo y el compromiso. Es el logro de haber aceptado lo real y trabajar a partir de ello. De ser concentrados, reales, de dejar de divagar y de esperar la oportunidad afuera. De arremangarse y trabajar.
No anhelemos, no solo deseemos. Meditemos sí, pero comprometiéndonos con la acción concreta de ese paso necesario para materializar. Seamos cautos, no en el sentido del no hacer, tengamos cautela que Capricornio no propone recorridos al la velocidad de la luz, muy por el contrario es lento, asegurando que cada peldaño sea real.
Plutón siguiendo de cerca el movimiento y pide ir profundo en el camino que elijamos para construir. Saturno invita a conectar con la fuerza de la voluntad, Venus también ubica el valor en lo real, Mercurio dispone pensamientos sin adornos, pero el Cielo no hace el trabajo por nosotros, lo sabemos, podemos entrar en sintonía o no.
Ahora bien, Urano, hace poco directo y recorriendo el último tramo en Aries, no dejará que repitamos formulas ya usadas, tentación en la que tanta energía en Capri puede ponernos. Necesitamos remover lo viejo, construir lo nuevo, estamos en las puertas de un cambio de era, entrando en temporada de Eclipses. Vamos a un cambio en relación con lo concreto, con la materia, con el valor que le damos y con como producimos. Comencemos a mirarlo.
Que la acción no sea mera reacción, que la energía de la tierra nos acompañe para iniciar un recorrido concreto y comprometido. Y que en el camino comprendamos que nuestra mayor potencia y firmeza se revela cuanto más flexibles somos.
Que sea Bendecido para todos